Conocer nuevas variedades que se adapten a la zona de cultivo y que resulten rentables, tanto a nivel de producción como de comercialización es el objetivo del ensayo bianual que el Semillero Benihort dedica a la sandía. En la experiencia de este 2019 se han testado 48 variedades de sandía negra y rayada sin pepitas y han colaborado 10 firmas comerciales.
En el ensayo, que se presentó el miércoles 24 de julio en las instalaciones del semillero, se investigan las cuatro líneas habituales con las que trabaja la cooperativa de Benicarló desde hace cuatro años: la sandía negra sin pepitas, sandía rayada de calibres grandes, sandía rallada de calibres medianos y sandía rallada mini.
Tal y como detalla el responsable del semillero, Francisco Miguel Soriano Masip: “En el ensayo de este año es en el que más variedades hemos estudiado, un total de 48 variedades de las 4 líneas comentadas. Analizamos su comportamiento y después mostramos los resultados en una jornada informativa. De todas las variedades se eligen las que mejor se adaptan a nuestra zona, tienen una mayor calidad y conseguimos una mejor producción y, al final, en dos o tres años acabamos adquiriendo más volumen de las variedades escogidas”.
El ensayo supone un trabajo en equipo que coordina la cooperativa benicarlanda y en el que participan sus técnicos, además del socio-colaborador en el ensayo, Eduardo Arín, y las 10 firmas comerciales que prestan sus semillas: Agrised, Akira seeds, Clause, Diamond, Enza zaden, Hazera, Nunhems, Rijk Zwaan, Seminis y Syngenta.
Tras la presentación de las diferentes variedades en las III Jornadas de Sandía Benihort, y una vez, analizado el comportamiento en campo, la textura, color y grados brix, la cooperativa de Benicarló presentará los resultados, en breve, y optará por las variedades que mejor se adapten a los terrenos de sus socios y a la demanda del mercado.